"La Real Academia define la palabra "imposible" como algo que no tiene facultad ni medios para llegar a ser o suceder. Y define improbable como algo inverosímil, que no se funda en una razón prudente.
Puestos a escoger, a mí me gusta más la improbabilidad que la imposibilidad. Como a todo el mundo, supongo.
La improbabilidad duele menos, y deja un resquicio a la esperanza. A la épica.
Que David ganara a Goliat era improbable, pero sucedió. Un afroamericano habitando la Casa Blanca era improbable, pero sucedió, una periodista convertida en princesa, que parejas homosexuales puedan casarse hace unos años era improbable, pero está sucediendo.
El amor, las relaciones, los sentimientos... No se fundan en una razón prudente. Por eso no me gusta hablar de amores IMPOSIBLES, sino de amores IMPROBABLES. Porque lo IMPROBABLE es, por definición, probable. Lo que es casi seguro que no pase es que puede pasar.
Y mientras haya una posibilidad o media posibilidad entre mil millones de que pase, vale la pena intentarlo."
Puestos a escoger, a mí me gusta más la improbabilidad que la imposibilidad. Como a todo el mundo, supongo.
La improbabilidad duele menos, y deja un resquicio a la esperanza. A la épica.
Que David ganara a Goliat era improbable, pero sucedió. Un afroamericano habitando la Casa Blanca era improbable, pero sucedió, una periodista convertida en princesa, que parejas homosexuales puedan casarse hace unos años era improbable, pero está sucediendo.
El amor, las relaciones, los sentimientos... No se fundan en una razón prudente. Por eso no me gusta hablar de amores IMPOSIBLES, sino de amores IMPROBABLES. Porque lo IMPROBABLE es, por definición, probable. Lo que es casi seguro que no pase es que puede pasar.
Y mientras haya una posibilidad o media posibilidad entre mil millones de que pase, vale la pena intentarlo."