Hola chicas!!!
Acá les dejo otra historia de ficción, las protagonistas son las mismas de la entrada anterior y cuenta como se conocieron =) SALUDOS!
Pasado aproximadamente medio año desde que llegué a la universidad, la vi por primera vez, a lo crepúsculo podría decir que imprimé (fue amor a primera vista, lástima que solo por mi parte). Ella iba caminando cerca de mi facultad, por lo que me hice una idea errónea de lo que podía estudiar, pensé que estudiaba alguna ingeniería o arquitectura, así que ahí comenzaron mis búsquedas por facebook, que nunca llegaron a buen puerto.
Así pasaron los días y yo no me la podía sacar de la cabeza, era la persona más linda que había visto en toda la u, no la veía siempre, pero tenía claro en donde debía estar los miércoles y los viernes para topármela “casualmente”. Fue un día en que estaba en otra facultad donde la vi de nuevo con una persona que conocía y supe cómo saber su nombre. La volví a buscar en las redes sociales encontré y fui feliz, se llamaba Valentina, pero con eso me quedé con saber su nombre me conformaba, mi timidez no me permitió hacer mucho en ámbitos de conquista.
Iniciado ya el segundo año de carrera, no me la podía sacar de la cabeza y me la seguía encontrando por toda la universidad. Un día en el que yo andaba deambulando por las calles de la ciudad, sola y algo triste, sentí música en un local, me encantan las tocatas así que entré a ver qué onda. Me senté en una mesa donde se veía perfectamente el escenario, y ahí me quedé viendo algunos grupos.
De repente sale al escenario un grupo de puras niñas y es en ese momento donde quedo petrificada, además de todas las cualidades anteriormente nombradas de Valentina, ella canta y toca la guitarra, fue ahí donde lo vine a saber, ahí estaba ella. Si tengo yo alguna debilidad es por los músicos. Me quedé hipnotizada mirándola y escuchándola, sentí que me miraba también, pero es la típica sensación de que la persona que está sobre el escenario te está mirando a ti y a nadie más que ti.
No sabía qué hacer para que se acercara a mí y como soy un poco vergonzosa no hice gran cosa por conseguirlo. Pero ahí tuve algo de suerte, la vale no es nada tímida, ya cuando terminó de tocar su banda, la perdí de vista, pero de repente la vi asomarse entre las personas, y venía directo a mí, me sentí rara, algo así cómo mareada y nerviosa iba a salir arrancando pero ya estaba al lado mío, puso una chela en la mesa y me dijo: -¿hola, tú eres la niña de la u que siempre me mira, cierto?- sonreía mientras me lo decía e inspeccionaba mi rostro con detalle esperando respuesta. Al ver que estaba muda me dio otra pista: - ¿La niña de sociales, tú eres cierto?- Siempre te veo, y tú me quedas mirando.
Casi me muero vergüenza, se había dado cuenta de que constantemente la miraba, y yo que creía que era la reina del disimulo. Me quedé callada un momento, ya que estaba un poco choqueada e iba abrir la boca para responderle algo inteligente y que no me dejara en vergüenza, cuando esta niña Valentina, me deja marcando ocupado de nuevo ya que me dice: - ¿Me puedo sentar contigo? – Imagínense lo que sentí, esa cosa extraña en la guata. En ese momento pensé: ya Camila deja de hacer el ridículo, ya van como 5 minutos y la Vale está parada mirándote y tú no le has dicho ninguna palabra es LA oportunidad que tienes y la estás desaprovechando. Y ahí actué.
- Bueno, obvio que puedes sentarte conmigo- le dije
Ella me sonrio, corrió la silla y me dijo:
- -- Me llamo Valentina – (Como si yo no lo supiera jajaja)
- -- Yo me llamo Camila – le dije.
Corrió la botella de cerveza, la abrió, y me dijo: te vi desde el escenario y traje esto para que nos tomáramos.
Yo todavía no sabía que decir, le sonreí solamente. Ella me miró y sonrió, luego con su voz picarona que ahora reconozco de inmediato me dijo: - ¿Por qué te quedas muda? ¿Acaso te gusto?
Fue en ese momento donde me gustó realmente, me encantó que fuera media burlesca, con personalidad y buena onda. Ahí me reí de buena gana y le dije: Sí, me gustas un poco, eres mi tipo. Pero para que me gustes toda te tengo que conocer más. La miré y sentí cierto grado de satisfacción al verla cohibida a ella ahora.
- -¿Valentina? -
- -¿Qué? -
- - Era broma (no era, pero lo dije para salvarla de su incomodidad) - La mire con una sonrisa.
Ahí cambiamos el tema y hablamos de todo durante un buen rato. Ahí fue donde surgió la amistad que luego se transformaría en amor, el amor más grande que he tenido. Ahí fue donde me di cuenta que el dicho popular es totalmente real “El que la sigue la consigue”